Reflexionar y aprender para crecer

REFLEXIONAR Y APRENDER PARA CRECER

No podía ser de otra manera, el resultado fuera cual fuese de la semifinal de copa aseguraba un escenario posterior al partido de enfrentamientos en la trinchera, esa en la que se situan los que solo quieren tener razón.

Soy de los que pienso, que un club que aspira a convivir con el éxito de forma recurrente, necesita vivir en permanente autocrítica y reflexión interna para poder crecer de forma continua y recurrente, este maravilloso deporte se aleja de las fórmulas mágicas y obliga a reinventarse día a día para optimizar recursos y que estos te permitan competir en el futbol de elite.

El Athletic, en mi opinión, yo siempre digo en mi opinión, me parece que, creo que…lleva inmerso en el conformismo desde los años 80, nuestra filosofía se ha utilizado como excusa para justificar las derrotas en la falta de recursos que supone no salir al mercado en un futbol que te obliga a competir contra la ONU y los responsables que pasan por Ibaigane y por Lezama están más preocupados por tener razón que por construir escenarios de oportunidad desde la exigencia y el inconformismo que nos permitan construir un Athletic campeón y para mí un Athletic campeón, es campeón de Liga, entre otras cosas porque eso garantizaría pelear por la copa con más probabilidades de ser campeón.

Es evidente que la competición de Copa nos muestra que sí se puede, haber llegado a finales y semifinales de forma recurrente dejando en muchos casos a los grandes por el camino nos tiene que permitir identificar el camino de la transformación y nos debiera alejar del conformismo que nace del relato que expresa en voz alta “tiene mucho mérito y es un éxito con nuestra filosofía”…no se vosotros, pero a mi esta realidad me invita a hacerme una pregunta ¿Qué está en nuestra mano hacer para dar un paso más que nos permita ser campeones? me gustaría dar mi opinión, repito mi opinión en este artículo y si fuera posible que sirviera para construir un debate que desde la confrontación de ideas nos hiciera crecer.

El camino de la transformación, para mí, parte de la transformación de varias cuestiones, unas tangibles y otras intangibles, permítanme que comience con las intangibles…

Es intangible, pero muy importante, en mi opinión cambiar el discurso, instalarse en el conformismo construye complacencia, reduce el esfuerzo, destruye la autocrítica y hace que nos regodeemos en nuestro ego disfrazándonos de algo que no somos, como aquel rico al que la vida le da un revés pero sigue vistiendo de traje para aparentar algo que no es.

Es intangible, pero urgente, en mi opinión, construir una comunidad, la del Athletic que abandone las trincheras, los bandos y el frentismo, el Athletic es de todos, mío también que vivo lejos de Bilbao y si no somos capaces a construir un debate constructivo de ideas frete a uno destructivo que solo busca tener razón y engordar el ego de quien lo verbaliza, aprovecharemos cualquier ocasión para pasar factura y ahí unos y otros debemos de reflexionar sobre las formas, unos los que hablan y escriben siendo muy respetuosos y construyendo un mensaje que aporte ideas de mejora y oportunidades de crecimiento y abandone el insulto y el frentismo, donde las formas que utilizamos para redactar nuestros discursos y defender nuestras ideas cobran vital importancia,  otros los que escuchan y leen que sientan la autocrítica como ese proceso necesario de crecimiento y de búsqueda de soluciones y no se sientan permanentemente atacados mostrando una piel fina que solo puede comprenderse en las cabezas de quien solo quiere tener razón y se siente dueño de una pócima mágica que no existe.

Los tangibles, son para mí los espacios donde necesitamos centrar más nuestra atención, porque son aquellos que nos permiten evaluar en el terreno de juego nuestro rendimiento.

El primer tangible, en mi opinión, es abordar una restructuración de la primera plantilla muy importante ¿Por qué? Hay , para mí, dos argumentos de peso, tenemos una plantilla “envejecida”, con muchos futbolistas en la treintena y superándola, cerca del final de sus carreras deportivas con un peso específico muy importante en la misma, cuya renovación en el corto y en el medio plazo es indispensables, Rulo, De Marcos, Balenziaga, Dani, Yuri, Ander Herrera, Muni etc., afrontan las rectas finales en mayor o menor medida y eso nos obliga a preparar el cambio, un cambio que debe construirse fundamentalmente en Lezama, detectando el talento y construyendo proyectos individuales enfocados con ese objetivo. En segundo lugar reducir el número de componentes de la primera plantilla es imprescindible, no podemos irnos a más de 18 en su defecto 20 futbolistas, hay un espacio en el primer equipo que debe ser reservado obligatoriamente, para que esos proyectos de renovación construidos en Lezama puedan afrontar su última parte de la formación en el primer equipo, si bien deben llegar con el futbol perfectamente aprendido, la competición debe aportarles la experiencia necesaria para convertirlos en futbolistas de primer nivel, añado que, teniendo claro que el entrenador del primer equipo, debe participar de esta reconstrucción, es el club el depositario del proyecto, es decir el Athletic no puede estar nunca a merced de un capricho de un entrenador, tenga el nombre que tenga. Hay otra serie de argumentos no menos importantes que debemos tener en cuenta, en mi opinión urge una escala salarial acorde a la realidad del futbol de elite en el que convivimos, acostumbramos a rodear de oro a los futbolistas y a blindar contratos con innumerables años, que ponen en riesgo la meritocracia y construyen un escenario en el que los futbolistas pueden llegar a acomodarse…y digo más, partiendo del hecho de que el club debe ser un agradecido infinito hacia todo aquel que vista un solo minuto la camiseta del Athletic (por cierto algún día hablaremos del trato que el club da a los ex futbolistas), el Athletic debe construir escenarios de exigencia para sus futbolistas, quien integre la plantilla del Athletic debe saber que solo la exigencia máxima y el alto rendimiento le dará una oportunidad de continuar y eso es algo que sólo se evalúa en el corto plazo…y quien no quiera estar, se llame como se llame debe salir y buscar futuro en otro lado, el club no puede ser cómplice del chantaje de los representantes (que esa es otra) en ningún proceso de renovación, si alguien se quiere ir, despedirlo como merece por la puerta grande y a otra cosa, espero que algún día alguien y perdón por la expresión, tenga los “cojones” de poner freno a la manipulación que sufre el club por parte de los representantes y los aleje de la vida del Athletic. No debemos olvidarnos en mi opinión de salir al mercado, el Athletic tiene la obligación de “comprar” aquello que conforme el TOP, de los futbolistas vascos, hoy se habla de déficit estructural (ahí no opino porque no tengo ni puta idea y mi opción no tiene valor) pero lo único real en este mundo del futbol en el que vivimos es que los recursos económicos en un club de futbol vienen fundamentalmente por sus rendimientos deportivos derivados de las clasificaciones y las clasificaciones tienen una relación directa con el nivel de la primera plantilla.

El segundo tangible, en mi opinión, tiene que hacernos reflexionar sobre el tipo de futbol que debemos hacer para competir en la elite, llevamos ya un tiempo persiguiendo la imitación de modelos de juego que hacen que corramos el riesgo de acercarnos a la segunda división, el Athletic debe construir un futbol con herramientas diferentes a la del resto de sus competidores, teniendo en cuenta que las posibilidades de acceder al mercado son muy distintas. ¿Qué futbol?, uno que respete en primer lugar las obligaciones del futbol moderno, altos niveles de ritmo y velocidad pero que también haga impactar nuestra filosofía, que nos obliga a ser versátiles en estructuras (ocupación de espacios) en formas, (debemos dominar el juego en su globalidad frente a un estilo concreto) y que nos permita por tanto afrontar diferentes escenarios de juego, con un futbol fuerte, firme, agresivo y mucho más “marrullero”(entiéndase como interpretación del reglamento, no como violencia) que el futbol monotemático que hoy en día practicamos y en eso si tiene responsabilidad el entrenador del primer equipo, que tiene la obligación de construir esos escenarios y sobre todo de mejorar a los futbolistas para que eso sea posible.

El tercer tangible, creo yo, que pasa por Lezama, que tiene que ser ese lugar donde construyamos nuestros recursos…aquí hay tela que cortar, como dice mi mujer, da para mucha plancha…Los objetivos aquí son cuatro, no hay más. El primero la captación, una captación que no puede depender nunca jamás, repito nunca jamás del Big Data, el Athletic tiene la obligación de detectar primero que nadie el mejor talento del territorio y atraerlo y para eso necesitamos PERSONAS que tengan ese ojo, esas gafas con cristal especial, que casi siempre nacen de la experiencia (estamos excluyendo a la gente grande de Lezama) y que les permite no solamente detectar el talento, les permite percibir como ese talento va a ser capaz de rendir en el primer equipo y por lo tanto en el futbol de elite, otro aspecto importante en la captación pasa por convertir a los clubes convenidos en extensiones de Lezama, capacitando acompañando y desarrollando los medios necesarios pero sobre todo a los formadores para que esos clubes convenidos hagan un trabajo con un impacto real y potente…y eso sólo se consigue con dinero, pero con dinero de verdad. En segundo lugar la formación del futbolista para construir un futbolista marca Athletic, es decir un futbolista con valores personales que representen el significado de nuestra marca, humildad, resiliencia, respeto y sentido de pertenencia y acompañados de una gran formación académica e intelectual que van a permitir a los niños a convivir con madurez en un mundo tan complicado como el futbol de elite, en un proceso en el que tenemos que hacer partícipe a sus familias, escuchándolos y dándoles herramientas para que ayuden a sus hijos y como no un futbolista con valores deportivos muy concretos que deben nacer del desarrollo de una técnica excelsa tal y como obliga la elite, un conocimiento del juego global que no encasille a los futbolistas en un estilo ni en un espacio en concreto para construir un futbolista versátil y capaz de adaptarse a diferentes escenarios, que identificando sus capacidades le permita hacer una interpretación del juego a corde con lo que toque en cada momento y un futbolista que se desarrolle, dentro de sus posibilidades fisiológicas, hasta convertirse en el mejor atleta posible, sin olvidarnos de construir desde la humildad un futbolista ambicioso donde el sentimiento de pertenencia hacia el club alimente su hambre día a día. En tercer lugar el Athletic se ha olvidado de construir especialistas, con la excepción de nuestros porteros, nos hemos olvidado de construir esos especialistas que requiere el juego ¿Qué especialistas? Defensas que lideren la línea defensiva, pivotes referenciales y futbolistas con valor gol… y yo pregunto ¿si somos capaces de construir porteros de forma recurrente, porque no conseguimos ese otro tipo de especialistas? La respuesta es fácil, el Athletic necesita estar en manos de los mejores formadores o ¿Creen que los porteros salen por impacto divino?, necesitamos profesionales de la formación, Bizkainos o de “Madagascar” pero necesitamos a los mejores y el club no sólo debe seleccionarlos, tiene la obligación de formarlos para conseguir que se convierta en una realidad estar en manos de los mejores y eso se consigue detectando el talento, viendo como entrenan, como se dirigen a sus futbolistas, acompañándolos en ese proceso y no a través de un cuso online. Por último, pero no menos importante, en Lezama debemos enseñar nuestro “futbol”, el que nos tiene que permitir competir en el alto nivel, un futbol donde desde ese conocimiento global del juego preparemos al niño para un futbol agresivo, fuerte, vertical y veloz, pero también lleno de “trampas”, donde un día eres protagonista y otro estas sometido, pero en el que en ambos debemos ser capaces de movernos como pez en el agua, un futbol que vuelva a conseguir que los rivales tengan “miedo” de venir a San Mames y como visitantes nos conviertan en un “grano en el culo” para nuestros rivales, pero para poder conseguirlo, no dependemos sólo de una metodología y unos formadores brillantes y adecuados, necesitamos exponer a los chicos a escenarios de exigencia y eso solamente se consigue con exponiéndolos en competición internacional a través de torneos que les permitan vivir experiencias exigentes y por lo tanto mejorar, la competición doméstica se queda corta para los objetivos que perseguimos (Javi Martín lo explica perfecto en un artículo publicado en Lezama que recomiendo) los niños necesitan perder, sí necesitan perder para saber dónde están y poder superar sus umbrales competitivos, es verdad que es algo que cuesta mucho dinero, pero…si lo que perseguimos es lo que perseguimos es imprescindible.

En definitiva, el futuro del Athletic está en manos de todos los Athleticzales que desde el debate de ideas debemos aportar nuestro granito de arena sin ser dogmáticos los unos y sin sentirnos atacados los otros. Lo que no compro bajo ningún concepto es que nuestra filosofía debe hacernos conformar en la medianía y en la mediocridad, nuestra filosofía construye una oportunidad para hacer algo grandioso, eso sí apropiado a lo que somos nada de malas copias, ahora bien por favor no nos olvidemos que el futbol debe estar en manos de los profesionales, los directivos con aspiración a entrenador es mejor que queden en su casa y es nuestra obligación denunciarlos, directivos a Ibaigane, técnicos a Lezama.