Piru Gainza, el símbolo de Lezama
Cuando Javier Clemente llegó al primer equipo en el verano de 1981 tras haber dirigido durante una campaña al Bilbao Athletic no vaciló en llevar a su lado la figura de un viejo león, una figura señera y emblemática del club, un viejo zorro del fútbol, que conocía mejor que nadie la camada de jugadores que iba a tener el rubio de Barakaldo a sus órdenes: Agustín Gainza.
Piru, el viejo león, llegaba de segundo de Javier Clemente, para poner la guinda a la primera generación de jugadores formados en Lezama que fueron, precisamente, los campeones de Liga en 1983 y los de Liga, Copa y Supercopa en 1984. Un dato nada desdeñable y desde el punto de vista histórico, totalmente secundario. Pero la realidad es la que y el gran Athletic Campeón de los 80 fue el primer Athletic que emana de la Escuela de Futbol de Lezama, dirigida en sus primeros tiempos por José Luis Garay Piru Gainza.
Gainza lo había sido todo como jugador. Todo. Veinte años en el primer equipo, 494 partidos, 152 goles, varios records goleadores aún en su poder, campeón de liga, copa y como broche le tocó capitanear y recoger las Copas de 1956, año del doblete, y 1958, esta última tras un icónico partido en Chamartin ganando al Real Madrid por 2-0. Su imagen, paseado a hombros de sus compañeros, con Eneko Arieta de porteador, permanece nítida en las retinas de toda la hinchada rojiblanca más de medio siglo después.
Nunca pensó Piru en más clave que no fuera Athletic. Cinco años después de su retirada había puesto en marcha por vez primera al Bilbao Athletic, al que dirigió durante su primera temporada, 1964/65, en segunda regional. De ahí, al banquillo del primer equipo para llevar a la élite a gran parte de los jóvenes cachorros que conocía del filial: Txetxu Rojo, Lavín, Fidel Uriarte, Antón Arieta, Txutxi Aranguren o Félix Zubiaga. Una generación inolvidable.
Cuando nace Lezama en 1971, nadie mejor que las sabias manos del de Basauri para descubrir talentos, intercalando metodología puntera de las escuelas europeas, con ese innato instinto de viejo catador de futbol que siempre fue Piru. Toda la primera generación de jugadores, pasaron por sus manos. Era fútbol pero también era Athletic. Era futbol pero era trasladar una disciplina, una educación.
Rojo, Lavín, Uriarte, Arieta…todos coinciden en un punto cuando hablan de sus primeros recuerdos en el primer equipo: respeto. Quien dice respeto, dice admiración. Reverencia. Los galones de un vestuario donde se admiraba a los viejos leones con devoción. En ese respeto, en esa admiración, en esa manera de entender el fútbol, pero sobre todo, de entender el Athletic, parte la figura esencial de Piru Gainza en Lezama. Forjados de una generación extraordinaria, llamada y guiada hacer historia: el Athletic Campeón de los 80.
Se focaliza en Santi Urkiaga. El primero de Lezama, sí. Pero detrás de él, formados en las sabias garras de Piru Gainza llegaron la base de aquel equipo: De Andrés, Liceranzu, Argote, Noriega, Endika, Patxi y Julio Salinas, Urtubi, Elguezabal, Purroy, Sola, De la Fuente, Cedrún…Y junto a ellos, otros, no estrictamente salidas de Lezama pero sí influenciados en el tramo último de su formación por ese espíritu: Zubizarreta, Núñez, Goiko, Alexanco o Manolo Sarabia. Todos en mayor o menor medida tuvieron a Piru de referente.
Piru Gainza, el emblema de Lezama. Un referente. Un domador y un indómito León, el secreto mayúsculo del Athletic campeón de los 80.
Grande. PIRU…… Histórico, Educación, Respeto, Admiración y Fútbol de Garra y Emoción…… Aúpa ATHLETIC, Zori Onak. A por otros 50 Años de Ilusión….