Mallorca – Athletic. La previa táctica de la final de Copa
“El Mallorca es un dolor de muelas para cualquiera. Pelea todos los balones, te monta unas líneas que son difíciles de pasar, te juega bien a la contra con jugadores de calidad y de fuerza”. Así definió Ernesto Valverde al conjunto de Javier Aguirre antes de su último partido liguero. No se equivocó en absolutamente nada.
A pesar de su situación en liga, más cerca del descenso que de otra aspiración, es un equipo que ha demostrado saber frenar a grandes rivales. Eliminando a conjuntos como Girona y Real Sociedad en Copa -los cuales muestran mucho protagonismo con balón-, también supo pararle los pies al Athletic en la jornada 4, con un 0-0 en Son Moix. Por otro lado, los del ‘Txingurri’ impusieron su terreno recientemente en San Mamés, con un contundente 4-0. Dos contextos, escenarios y resultados completamente diferentes. ¿Cómo se plantearon ambos partidos? ¿En qué destaca el Mallorca y por qué en un partido se lo puso tan complicado a los rojiblancos? ¿Dónde están sus puntos débiles? ¿Cuál es la línea a seguir del Athletic, desde un punto de vista táctico? Vamos a analizarlo.
El oficio defensivo, las transiciones y el juego directo de los baleares.
De forma regular, el Mallorca plantea un 5-3-2, que ha ido alternando con un 5-4-1 y, de forma más puntual, un 4-4-2. Ante los del ‘Txingurri’, en la primera vuelta vimos la primera formación, y en el último encuentro solo ubicó una referencia arriba, en este caso a Cyle Larin.
El dibujo puede llegar a variar, pero la idea de juego siempre se encamina por la misma vía. Es un juego muy directo y con gran importancia a las segundas jugadas tras la disputa del delantero, basado en estar bien organizado defensivamente en bloque bajo -aspecto que tienen muy trabajado-, filas cerradas, pasillos interiores tapados, buena defensa de área (llegó a despejar 34 balones en el empate a cero), transiciones rápidas al robar -lanzando carriles y con mucha importancia a las conducciones de los interiores- y mucha parte de sus ataques se finalizan a través de centro lateral, con incorporaciones de carrileros e interiores ocupando zonas de frontal de área. Alejándonos de las pizarras, el conjunto de Son Moix funciona mucho a través del estado anímico: si genera una acción clara, aprieta, se crece y crea más ocasiones de forma inmediata.
Partiendo de estas características de juego, Aguirre ha adaptado varios matices para plantear sus enfrentamientos contra el Athletic:
- Pressing agresivo en zonas medulares. Gran parte de la construcción del Athletic se basa en la distribución de Galarreta o las recepciones entre líneas de Sancet. Para ello, el técnico mexicano ordena en ambos encuentros ligueros la acumulación de jugadores en medio campo y saltos agresivos para no dejar explotar ese juego a los zurigorris.
2. Ayudas en el 1 vs 1. Con el peligro que transmiten los hermanos Williams, los extremos (en el 5-4-1) y/o los interiores (en el 5-3-2) de los mallorquines facilitaban el trabajo defensivo de los carrileros para defender a los dos atacantes de origen ghanés. Además, cada vez que ambos reciben para encarar o atacar espacios, se les encima con velocidad para que pierdan rápido la ventaja.
3. Defensa zonal y marcaje individual. Aquí hubo dos variaciones en los dos partidos. En el empate a 0 que se produjo en Son Moix, los locales plantearon una defensa más zonal, especialmente en el centro del campo, con énfasis en tapar todo tipo de líneas de pase a los Galarreta, Sancet o Guruzeta. No les fue mal, puesto que anularon las virtudes de los jugadores mencionados y ganaron el 65% de los duelos terrestres. Por ejemplo, si ‘Galaxy’ venía a recibir, no le perseguía nadie. Por otro lado, en el partido de la segunda vuelta, los ‘bermellones’ optaron por marcar de forma más individual, planteamiento que en parte se rompió por los dos goles tempraneros del Athletic.
- 4. Mediocentro tapado y salida de balón para los laterales. Cogiendo de referencia la importancia para el Mallorca que los bilbaínos no circulen el balón por zonas medulares, en los dos partidos ha habido una vigilancia especial a Vesga (alternándose ese trabajo Larin y Muriqi, los dos delanteros de ese encuentro) y a Prados, respectivamente. Por otro lado, en el primer enfrentamiento, “el Vasco Aguirre” entendió que la salida de balón flojearía si Yuri y Lekue se encargasen de dar los primeros pases con ventaja. Podría ser un planteamiento que podría repetir, ya que funcionó y al Athletic le costó dar continuidad a su juego y crear ocasiones claras (0,65 xG). Obligó a que se produjeran muchas diagonales y el juego interior se anuló. Valverde dio una solución a ese problema metiendo a Beñat Prados como lateral derecho en el segundo tiempo.
5. No dejar correr a Sancet. El ‘lince’ es el encargado de manejar las transiciones rojiblancas. Muchos equipos procuran frenarle a través de faltas y evitar que se gire a portería rival, y los mallorquines no han sido menos. Especialmente, procuran que no reciba donde hace daño: en ¾ de campo, por detrás de los mediocentros. Por ello, puede haberuna solución posicional para el ‘8’: lateralizar su posición, tanto para recibir en ese espacio como para atacar el intervalo entre central y carrilero. Además, es un movimiento que puede obligar al carrilero a saltar, generándole espacios a Iñaki Williams.
6. Acumular mucha gente en área propia. Una de las grandes virtudes de los vascos es la gran capacidad de ocupar el área en un centro o situación de línea de fondo. El resultado del partido de la segunda vuelta lo dice todo, pero en el empate a cero que se produjo en Palma, los locales defendieron por acumulación esas situaciones de forma espléndida.
¿Cómo se le hace daño a este Mallorca?
Ya hemos visto que los baleares tienen sus armas para frenar a los leones, pero estos tienen muchísimos argumentos para ganar y desmontar las virtudes de su futuro rival copero.
La máxima referencia está en el 4-0 que le endosó el Athletic en San Mamés. El doblete de Yuri en 16’ hay que tenerlo en cuenta, puesto que pilló de imprevisto a los ‘bermellones’, condicionó el partido y porque es un equipo que ha recibido el 29% de sus goles en liga a través del balón parado (10), sin contar penaltis (WhoScored). Además, en este mismo encuentro los de Valverde desordenaron al rival a través de la circulación de balón, dando mucha fluidez al juego, permutando posiciones… y a través de ello terminó metiendo los cuatro tantos. Además, el 5-4-1 de ese partido dio mucha ventaja a los de Valverde en la primera línea de presión, lo que acomodó más la salida de balón rojiblanca. Hay que tener en cuenta que el 2-0 al descanso obligó a Aguirre a cambiar el esquema a un 4-4-2 y otorgó más espacios a los locales. En el 0-0 de la primera vuelta, a los ‘zurigorris’ les costó plasmar esa idea, y la entrada de Muniain en la segunda parte fue clave porque aceleró las acciones ofensivas. Jugar a pocos toques y mover el balón de lado a lado también es esencial.
Para controlar las transiciones del Mallorca, es vital ganar muchas segundas acciones, los duelos aéreos y ejercer una buena presión tras pérdida. Las conducciones de Dani Rodríguez o Darder, las disputas de Muriqi o Larin y las incorporaciones de los carrileros son argumentos principales en el juego ofensivo y los contragolpes del Mallorca. Para visualizar la diferencia entre dominar un partido a través del duelo, los bilbaínos ganaron el 61% de los duelos aéreos del 4-0 de San Mamés, y le sirvió para vencer de forma más que solvente. Otro dato que refleja esa superioridad: Aitor Paredes ganó 8/9 disputas por arriba, mientras que Larin, solo 2 de 8.
La final está abierta y, a pesar de que se puede considerar al Athletic como favorito, ambos equipos tienen armas para contrarrestarse. Lejos de aspectos tácticos, la gestión de las emociones también será fundamental para levantar el título de Copa.