Lezama, la modernización de un producto artesanal
Imagínense dos tipos, amigos, ambos dueños de un teléfono móvil de última generación, misma marca y modelo, obviamos la misma. Uno lo utiliza para hacer llamadas, atender su correo electrónico e intercambiar mensajes con sus amigos, el otro, su amigo dirige una empresa desde el nombrado aparatito, lleva una contabilidad, crea presentaciones, prepara documentos, construye la publicidad de su empresa, edita videos y otro sin fin de quehaceres. Es evidente que los dos tienen la misma tecnología a su disposición pero el rendimiento que obtiene cada uno es bien distinto. Ciencia y tecnología han llegado al mundo del futbol para quedarse, gracias a Dios, pero sigue siendo el factor humano, quien aporta diferencias cualitativas…profundicemos en el asunto.
Las últimas elecciones, ubicaron Lezama en el centro de la escena, las tres candidaturas presentaron grandes proyectos deportivos, muy trabajados y que denotaban mimo y esfuerzo, también muy coincidentes, algunos parecían pensados por la misma mente, con una línea argumental coincidente, la modernización de nuestro proceso artesanal de formación. El ganador heredaría el brillante legado de Aitor Elizegui, una Lezama deslumbrante, resplandeciente, una infraestructura convertida en un centro de alto rendimiento de primer nivel mundial, en el que continua el aroma de quien crea un producto artesanal del que sentirse orgulloso, plagada de una ingente cantidad de sueños con patas, nuestros niños, repletos de una gran dosis de talento que nos hace mirar con esperanza y tranquilidad al futuro. El ganador afrontaría el reto de acabar de moldear esos aspirantes a leyendas y de mantener nuestra escuela en la vanguardia de la innovación, conservando todos los sellos de calidad que acredita nuestra historia.
Gestión, salud y fútbol, son, sin duda las tres áreas donde ciencia, tecnología e inteligencia artificial han desarrollado herramientas que permiten a las grandes instituciones deportivas una mayor eficiencia en el desarrollo del trabajo y la consecución de sus objetivos.
Pero… ¿Dónde queda el proceso artesanal? ¿Es compatible la innovación con el respeto a nuestra tradición?…El proceso artesanal, emerge de los recursos humanos que dan uso a esas herramientas y no sólo son compatibles si no que la convivencia de ambas, innovación y tradición son indispensables para maximizar nuestros recursos y construir un Athletic txapeldun.
¿Qué características debe tener ese proceso artesanal? Desarrollar un proceso artesanal de formación y desarrollo de jóvenes talentos, pasa por sustituir ese paradigma cartesiano, que situaba al entrenador en el centro de la escena, como depositario del conocimiento, pero también como responsable de definir desde una idea propia, la del entrenador, la del club, una metodología de trabajo para conseguir enseñar un futbol pre aprendido en la cabeza del club o del entrenador, por otro paradigma formativo en la que el niño se convierte en el centro de la escena para desarrollar un aprendizaje significativo en la que existe un conocimiento previo, llamado talento, del que partimos para conseguir que ese niño pueda desarrollarse en función a sus capacidades y no a la idea preconcebida de club o entrenador. Un paradigma de aprendizaje cuyo objetivo es enseñar desde el cerebro del que aprende y no desde el cerebro del que enseña, donde cada niño es un estilo en sí mismo con nombre propio y capacidades de expresión propias, un paradigma de aprendizaje donde el entrenador recorre el siguiente camino…reconoce y comprende el talento, estableciendo por tanto un punto de partida adecuado a cada niño y en base al conocimiento previo de este y construye la información relevante que necesita ese niño para el desarrollo de sus capacidades, y lo hace mediante la creación de escenarios de entrenamiento que permitan que el niño se comprenda, se comprenda en la interacción con sus compañeros y se comprenda en la interacción con el oponente y entendamos la interacción por un proceso humano, no sólo futbolístico donde el desarrollo de la inteligencia emocional de los chavales es clave. En definitiva un proceso artesanal convierte al niño en el eje central de la metodología y al juego en la herramienta fundamental de entrenamiento.
¿Qué capacidades debe tener ese artesano, ese formador, ese entrenador? Capacidad para observar, detectar y definir el talento, capacidad de proyectar a futuro las capacidades de los chicos, un profundo conocimiento del juego y una gran inteligencia emocional que le permita desde el cariño y la empatía ofrecer oportunidades de aprendizaje al niño.
¿Qué amenazas tiene este proceso artesanal? Por un lado hay que tener mucho cuidado con la imitación de otros modelos, hay que tener en cuenta que nuestra filosofía y nuestra identidad son únicas y por lo tanto requieren también recursos y habilidades únicos. Sin embargo la gran amenaza, es la llegada de plagiadores, entrenadores y otro tipo de personajes mediocres que quieren ser el foco atencional principal de la acción, así que cuando percibáis un tipo de estos manteneros alejados y denunciarlo…tranquilos los reconoceréis con facilidad, suelen hablar raro construyendo frases mitad en inglés, mitad en español, utilizando palabras como “prime” “top” y otro sin fin de vocablos para elaborar un discurso extenso pero ininteligible, los veréis siempre cerca de una cámara y un micrófono, utilizaran la palabra estilo, para reivindicar que la idea nace de ellos y fácilmente los veréis dibujando flechitas y circulitos en una pizarra, pero no en una pizarra cualquiera de tiza o de “rotu”, como dice mi nieto, noooo!!!, una pizarra en un aparatito último modelo versión móvil o Tablet donde puedan tener espacio los mapas de calor. Ojo que este tipo de espécimen atenta contra el legado que comenzaron los Piru Gainza, Javi Clemente e Iñaki Sáez y amenaza con acercarnos a la segunda división.
En fin, la modernización de nuestro proceso artesanal de formación pasa por encontrar los recursos humanos más capacitados para desde un profundo conocimiento del juego, de las personas que lo juegan y por su puesto de las herramientas que la ciencia pone a su disposición pongan a nuestros niños en el centro del aprendizaje para que ellos aprendan desde su propio cerebro y no desde el cerebro del que enseña.
Permítanme terminar citando dos Athletizales y buenos amigos Álvaro Martínez de Bourio: “El Athletic tiene que aspirar a la excelencia y para eso tiene que atraer a los mejores” y Eduardo Ranedo “Los mejores se atraen entre ellos. Igual que los mediocres·” y compartiendo una reflexión de Javi Martín fundador e ideólogo de La Cantera de Lezama “Sentir al Athletic es construir Athletic, desde la diversidad de opiniones, todos caben, todos cabemos, pero siempre construyendo Athletic”.