La gran irrupción de Beñat Prados

Las vueltas que da el fútbol. Beñat Prados parecía casi un descarte más de Valverde, por aquello de verle jugar en todas las posiciones menos en la suya. Tal ha sido su impacto y su gran rendimiento que podría llegar a considerarse titular para el doble pivote de este Athletic.

Y es que el jugador formado en Lezama no está haciendo nada que no hiciera antes. Esa capacidad para robar balones (recuperó 13 frente al Mallorca), ese “pulpo” que vemos en San Mamés, que se multiplica en ocho jugadores distintos para robar alto, ya se veía en su etapa como cedido en el Mirandés. Simplemente, lleva sus cualidades a un Athletic que le va como anillo al dedo.

El jugador y el equipo se retroalimentan. Beñat es un jugador inteligente y con mucho instinto para recuperar balones. Juntando estos atributos a su intensidad y su capacidad física para abarcar campo, te sale un jugador muy complementario que no le sobra técnica ni calidad para jugar en el medio del campo. Y en el engranaje de Valverde, recuperar alto y ser ganador de disputas (68.8% en duelos defensivos según Wyscout) son cualidades casi vitales para sus centrocampistas. Además, su perfil tan completo le permite poder jugar en posiciones más atrasadas o como un interior de ida y vuelta, pudiendo dar un rendimiento notable en ambos puestos.

Su faceta con balón tampoco pasa desapercibida. Controla los tiempos para llevar el esférico y batir líneas a través de sus conducciones a la perfección. Característica que también mostraba en el Bilbao Athletic y que ahora realiza en las transiciones del primer equipo. En aspectos de distribución no se maneja mal, ni mucho menos. Eso sí, aún con la cuenta pendiente de ser algo más vertical y diferencial en últimos metros y pases finales en área rival.

Su ‘llegada’ supone también un primer paso de un futuro prometedor en la línea de medios del Athletic. En la órbita más cercana están Unai Gómez y Jauregizar, y por detrás hay nombres más que interesantes, como los de Junior Bita, Peio Canales o Beñat Gerenabarrena, entre otros. Todos cuajando con ese perfil de jugador que se está buscando en la formación en Lezama: técnicos, adaptados a ritmos altos, con condiciones físicas óptimas y con calidad diferencial en su rol.