La cera de Maisu: «Con la iglesia hemos topado»
30 Septiembre 2013
@maisumiyagi
No hay DIOS que entienda a la gente que supuestamente entiende en temas de DIOS….y es que por muy creyente que sea uno, nadie está libre de pecado.
Érase una vez una vieja Catedral en la que los días de «panes y peces» habían llegado a su fin, una Catedral admirada por todo el mundo pero que se había quedado pequeña y ajada ante tanto milagro.
Érase una vez unos pensadores pensativos que pensaron que lo mejor era hacer una nueva Catedral sobre los cimientos de la antigua en vez de hacerla directamente en otro sitio mas adecuado. Nadie hablaba de subirla al monte Sinaí al lado del funicular, sino sólo de moverla al otro lado de las aguas. Un sitio mas amplio y con muchas mas posibilidades de generar beneficios y «limosnas» donde realizar una Catedral acorde a los tiempos que corren. Un templo hecho con mimo, con pausa y con tiempo, sin prisas, sin miles de personas de distintas creencias y religiones (muy pocas de la religión local por cierto) trabajando a destajo bajo el yugo del «tiempo establecido».
Pero claro, la gente de esta ciudad siempre hemos sido de rezar en los mismos confesionarios y entrar a misa en el último momento, así que muchos pusieron el grito en el cielo ante la idea no sólo de cambiar de iglesia, sino también de parroquia…..Hasta Dios debe someterse a poder del dinero.
Érase una vez que tras mucho correr y habiendo tenido que profanar una única vez la parroquiA-8 vecina llegó el día esperado por todos, llegó el día del nuevo advenimiento (día poco religioso la verdad, ya que el nuevo obispo tuvo la brillante idea de celebrar la misa en día de valor), llegó el día de estrenar nuestros nuevos púlpitos a la espera de acabarla del todo y conseguir un buen puñado de nuevos feligreses que nos harán seguir creciendo en nuestra centenaria Fé.
Pero no todo iban a ser parabienes. Ese primer día la lluvia y el viento quisieron hacer acto de presencia para comprobar de primera mano la solidez de los nuevos «Pilares de la TierrATHletic». Largas colas para flanquear sus muros y tras varias estaciones de penitencia entramos en el nuevo, inacabado y suntuoso templo.
Expresiones de júbilo al inmortalizar ese momento antes de comprobar que este año veremos la liturgia a la altura que Cristo perdió la sandalias.
Una serie de goteras hizo que me viniera a la cabeza «La Catedral del Mar» y a pesar de ser infinitamente mejor que la antigua algo dentro de mí me decía que se ve de lujo y se oye de cine pero después de visitar otras iglesias de 5 estrellas en Rumanía y en Ucrania creo que no esta a la altura ni lamentablemente lo estará.
Además la nueva iglesia traía más novedades, como un nuevo cura exponiendo a través de la megafonía sus plegarias. Acostumbrados a una recia sobriedad este nuevo párroco (luego se supo que además es de la parroquia rival) y sus nuevos métodos no terminaron de cuajar y fue expulsado del paraíso a las primeras de cambio.
De momento las cosas van viento en popa, y los apóstoles ya han obrado un par de milagros. Será cosa del santo ese que dicen que da nombre al nuevo templo. ROGUEMOS A SAN MAMÉS.