Experiencias del camino a la final
Cada vez falta menos. El camino ha sido largo. Ha tenido miles de emociones. Todas con el mismo objetivo: la final de Copa del Athletic. Aún no se ha ganado nada, nadie ha levantado ningún título. Eso sí, la afición ha conseguido unir y repartir historias, anécdotas y sentimientos para ver a su equipo campeón.
Todo empezó en Catalunya, en un municipio de menos de 80.000 habitantes. Ahí juega la U.E. Rubí, un humilde club de la actual Lliga Èlit (6ª división nacional). En Can Rosés se inició el primer paso de los leones, en un sufrido encuentro de los de Ernesto Valverde. Acudió una buena masa de aficionados, entre ellos la infalible Peña Lehoi Beltz de Barcelona, que acude a todas las citas catalanas y de sus alrededores. Sus miembros apostaron entre ellos a ver quién era el que se estrenaría como goleador frente al Athletic, partiendo de antecedentes en los que los vascos tienden a estrenar casilleros personales. Salieron nombres como Tenorio, Picón, Mulero, Muela o ‘Muñi’. Nadie acertó, puesto que después del doblete de Malcom, Marc Rodríguez fue el autor del tanto local. Los diferentes integrantes de la peña barcelonesa y el resto de aficionados desplazados recibieron el saludo y el apretón de manos por parte de los jugadores del Rubí, manteniendo una cordialidad digna de un club humilde.
Entre los desplazados estaba Raulo (@Raulo_7), uno de los miembros de Lehoi Beltz. Él destaca que rompió un gafe, clave para terminar llegando a la final, puesto que puso la primera huella en el camino. Venía de ver al Athletic en un estadio nueve veces, ya que anteriormente vivía en Toledo y tenía más complicaciones para ello. Su historial es de dos empates y siete derrotas, y se antojaba lo peor. Aún más en el descanso con el 0-0, que afirma que sintió mucho miedo y nervios. Se relajó con los goles de Adu Ares y disipó todo el pesimismo, pero nadie le quita esa imagen de Ruiz de Galarreta pidiéndole la hora al colegiado de ese partido. Asegura que “solo le queda verle ganar a un equipo profesional”. Por ahora, nos vale con ese triunfo.
Siguiendo en el norte, Iñigo Granado (@Inigoo_25), habitual zurigorri de San Mamés, cuenta su anécdota en la siguiente ronda de la Copa del Rey. El protagonista de esta expone que llegó al estadio junto a su aita y, cuando le pidió que sacase los carnets para entrar, no los encontró. Tras instantes de locura, llegaron a la conclusión de que los perdieron y se les cayeron. Para su sorpresa, al dirigirse a las puertas de la Catedral, uno de los txapelas les comenta que un aficionado les había dado dos carnets instantes antes. Evidentemente, eran las suyas. Personas que le salvaron su asistencia a un encuentro que también volvió a salvar el ‘Búfalo’ por partida doble. Próxima parada: el Barça.
“Emociona lo que hace el Athletic”. Fue lo que escuchó Gabriel (@Gabrielpujana) al finalizar el Athletic 4-2 Barça. Esos dos socios que lo mencionaron representarían a miles de aficionados/as en ese pitido final. El gol de Guruzeta nada más iniciarse el choque, la vuelta por la puerta grande de Iñaki Williams tras la Copa África, el tanto de su hermano Nico en la última acción, el desgaste físico que realizó todo el conjunto vasco… Como para no emocionarse. De ahí, catapultados a las semifinales, donde esperaba el Atlético y un infernal primer enfrentamiento: la visita al Civitas Metropolitano.
Ese día, se desplazaron alrededor de 600 athleticzales. Entre ellos se encontraba Pau (@pauyebenes99), un aficionado que reside en Mataró (Barcelona). A pesar de haber nacido en Cataluña, se considera del Athletic desde muy pequeño y aprovechó una de sus pocas oportunidades de poder trasladarse a ver a los suyos, en este caso a Madrid. Ahí le esperó mucho control policial, pero por delante de todo, muchos sentimientos que los recuerda emocionado. Define esa victoria como una “locura” de partido y el ambiente de esta como “bestial”. No olvida la tensión que vivió en el penalti sobre Álvaro Morata, el cual se terminó anulado. “No he gritado nunca en un campo de fútbol en mi vida. Gritamos más ese penalti anulado que el que nos pitaron a favor”, recuerda entre risas. Todos fuimos un poco lo que Pau expone. Esperaba la vuelta, con resultado favorable para los de Ernesto Valverde.
Previa. Bengalas. Imágenes de los aledaños de San Mamés, de las que se quedan en la retina. 52.061. Récord de asistencia. Gol de Iñaki, asistencia de Nico. Gol de Nico, asistencia de Iñaki. Tanto de Guruzeta en el segundo tiempo para sentenciar. Gritos de “solo hay un Athletic y es el de Bilbao” o “a Sevilla, oé”. Exhibición futbolística y en las gradas. Y en los bares, y en nuestras respectivas casas. Y los miles de recuerdos, anécdotas, emociones, llantos, gritos, momentos que se nos marcarán en la mente. Todas tienen el mismo denominador común: la ilusión que espera el 6 de abril en La Cartuja de Sevilla. Lo importante está en el camino, en lo que hemos vivido. Y lo que queda por vivir. Todo quedará más grabado si vemos lo que más ansiamos: a nuestro Athletic campeón.
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