¿Es el año que más preparado llega el Athletic a una final de Copa?
El nerviosismo probablemente sea el sentimiento más común en Bilbao. No obstante, por ahí merodea el optimismo. El entorno cree que el ‘aurten bai’, lejos de lemas y mensajes motivadores, es más real que nunca entre el entorno zurigorri. Gran parte de dicho sector ve el momento de forma que pasa el Athletic y considera que llega mejor que nunca para levantar la 25ª Copa del Rey de la historia del club. ¿Es real? Analicemos sus datos, comparando la situación liguera, el balance de goles a favor y en contra y los últimos resultados que lograron ‘los leones’ antes de las respectivas finales perdidas de este siglo.
Lo cierto es que, poniendo sobre la mesa los datos, Bilbao puede ser más que positiva. No hay ningún precedente reciente y objetivo que demuestre que llegar en forma es sinónimo de levantar el título. Sí puede servir para acercarte y llegar con sensaciones más cercanas a la victoria que a la derrota, y liberarte de un punto de presión anímica.
Sin lugar a dudas, es la temporada que mejor está en competición liguera. Junto a la temporada 2014/2015, es la campaña con mejor registro de puntos y clasificación, estando por encima de la última final que disputó Ernesto Valverde, puesto que sumaba 55 puntos (uno menos que los actuales) y se situaba 7º, y a día de hoy los rojiblancos se ubican en 5ª posición. El resto de años, el Athletic se colocaba en posiciones de media tabla y no registró más de 50 puntos. De hecho, en las finales que disputó sin público disponía de 35 y 37 en el casillero, respectivamente.
También puede sonreír observando las cifras goleadoras. Jamás había sumado 50 goles a estas alturas antes de una final. Solo se acercó mucho con Marcelo Bielsa, ya que su equipo había sumado 49 tantos, y el de Caparrós, que llevaba 46. El de Marcelino no pasó de los 40 goles, cosa que demuestra la mejoría de cara a puerta de estos últimos 3 años.
Defensivamente, también es la temporada con mejores cifras: únicamente 28 tantos recibidos. Una estadística que ha ido mejorando progresivamente: en 2009 el Athletic había encajado 55 goles antes de jugar en Mestalla, los de Bielsa recibían 52 por aquel entonces y el registro de Valverde en la final del Camp Nou estaba en 41. Marcelino redondeó esa solidez con 32 y 33 tantos recibidos, pero las actuaciones globales de este actual equipo y el rendimiento de los centrales y Unai Simón perfeccionan esta faceta.
No ha habido manera de lograr una Copa en este siglo de ninguna de las maneras. Ni sumando 10 puntos de 12 en la temporada 2008/2009, ni encadenando 7 partidos sin perder con el ‘Txingurri’ en los banquillos en 2015. Buenas o malas fuesen las sensaciones de los últimos encuentros, el Athletic nunca terminó de estar cerca de ganar la final en este último siglo. A día de hoy, se puede afirmar que la sensación es más positiva, pero viene de perder su último enfrentamiento en el Santiago Bernabéu.
Si sirve para ser (más) optimista, el Real Madrid perdió su último partido por 2-0 en el Reale Arena antes de ganar la última edición de Copa, el Betis no venció al Elche en el Benito Villamarín antes de terminar ganando al Valencia en la final de 2022, y el Barça salió derrotado del Clásico antes de endosarle 4 tantos al Athletic en La Cartuja en 2021. Por lo tanto, por lo menos en los últimos 3 años, ganar en los últimos partidos que disputas antes de una final no parece ser sinónimo de levantar el título.
El panorama general estadístico acerca a concluir que es la temporada a la que mejor llega el Athletic en una final de Copa de estos últimos años. También le pueden acompañar las sensaciones más personales. Sujetándome en una opinión propia, puede ser el equipo más completo, con más riqueza táctica, con un juego más equilibrado ofensiva y defensivamente y con una de las plantillas con más talento individual y colectivo respecto a las últimas campañas en las que los rojiblancos perdieron la final copera. A partir de ahí, nada de todo esto te hace ganador. Falta el broche final.