Detectar el talento a través del entrenamiento
El mayor error que puede cometer un entrenador, al menos en mi humilde opinión, es pretender modificar conductas o influir en las mismas desde el primer día. Ocurre esto con asiduidad, debido a que generalmente ubicamos la figura del entrenador en el centro de la escena de aprendizaje, observándolo desde un paradigma pedagógico tradicional, que convertía al entrenador (maestro) en depositario del conocimiento y en el responsable de transmitirlo a través de una enseñanza magistral.
Las nuevas corrientes pedagógicas, han ido descubriendo que el desarrollo del aprendizaje requiere ubicar al futbolista (alumno) en el centro de la escena, pero además advierte que el aprendizaje tiene mucha relación con los conocimientos previos que ese futbolista (alumno) tiene adquiridos y que obligan al entrenador (maestro) a descubrirlos previamente, para poder construir información relevante, que relacione ese conocimiento previo con ese nuevo conocimiento. En definitiva la pedagogía nos invita a conocer las capacidades y el talento de nuestros futbolistas (alumnos), para a partir de ese conocimiento, construir nuevo conocimiento, siempre desde las necesidades de aprendizaje del futbolista (alumno).
Pero ¿Qué debemos descubrir en un futbolista para detectar su talento y determinar sus capacidades? Detectar el talento y las capacidades de un futbolista, es reconocer sus herramientas de intervención sobre el balón (técnica), su motricidad individual (capacidad de movimiento) sus herramientas de intervención sobre la jugada, toma de decisión en la acción sobre el balón (fundamentos individuales) y sus herramientas de intervención sobre el juego, toma de decisión en la interacción con sus compañeros y oponentes (fundamentos colectivos)
¿Cómo podemos descubrir ese talento y capacidades a través del entrenamiento? Para lograr tal fin el entrenador debe desarrollar dos tareas fundamentales, construir escenarios de entrenamiento que proporcionen al futbolista oportunidades de expresar su talento y convertirse en un observador de la escena de aprendizaje sin injerencias que limiten la libertad de intervención de los futbolistas.
¿Qué tareas nos permiten descubrir las capacidades de nuestros futbolistas? Los juegos de habilidad y las ruedas de pase simples nos permiten una primera aproximación a las herramientas técnicas y a las capacidades motrices fundamentales de los futbolistas. Las acciones combinadas o ruedas de pase con finalización nos permiten reconocer la destreza en el desarrollo de habilidades técnicas concretas del juego y nos da una información más relevante de su motricidad. El futbol reducido desde el 1 vs 1 al 3 vs 3 y los juegos de posición son actividades que nos definen en profundidad la técnica y motricidad del futbolista y nos enseñan la capacidad de toma de decisión del futbolista en la acción sobre el balón (fundamentos individuales). Los juegos de posición estructurados y el futbol desde 6 vs 6 hasta el 8 vs 8 nos permiten crear diferentes estructuras de juego y enfrentarlas de forma que el futbolista este expuesto a diferentes escenarios de interacción tanto en relación a sus compañeros como en relación a los oponentes, nos aportará información precisa de la capacidad de los futbolistas de interactuar con relación a compañeros y oponentes (fundamentos colectivos).
¿Cómo organizar las sesiones de entrenamiento para cumplir estos objetivos? Mi consejo pasa por dividir la sesión en tres partes iguales, una primera parte dirigida a la relación con el balón (juegos de habilidad, ruedas de pase y acciones combinadas), una segunda parte orientada a la relación con la jugada (futbol reducido y juegos de posición) y una tercera parte orientada a la relación con el juego (juegos de posición estructurados y futbol con confrontación de estructuras desde el 6 vs 6 hasta el 8 vs 8).
Consejos para construir una sesión relevante y significativa para detectar el talento y las capacidades de los futbolistas: Crear un escenario máximo dos para cada parte en la que dividimos una sesión de entrenamiento. Adecuar el espacio de actuación a las capacidades y destrezas de los futbolistas (las primeras sesiones nos darán la información valida al respecto) Es recomendable que el desarrollo de estos escenarios de entrenamiento se reparta en series de tiempo entre los 8-12 minutos con pausas de 2-4 minutos, está demostrado que en ese tiempo la eficiencia atencional y el ritmo de juego en el que se desarrolla la actividad es mucho más relevante que cuando lo prolongamos en el tiempo y no establecemos pausas que permitan un descanso fisiológico y atencional a los intervinientes.
Los escenarios de entrenamiento (especialmente aquellos que representen situaciones jugadas) deben respetar los principios básicos que emergen de las reglas del juego, del reglamento, delimitación del espacio, ubicación de las porterías, direccionalidad del juego, no limitar los contactos con el balón, la regla del fuera de juego y la reanudación del mismo conforme a la exigencia y directrices que nos define el reglamento. Es muy recomendable, diría que imprescindible que observemos a los futbolistas en diferentes ubicaciones dentro del espacio, por tanto en diferentes roles y también relacionados con diferentes compañeros y oponentes. Introducir elementos competitivos para el desarrollo de estos escenarios, nos permite reconocer a grandes rasgos la inteligencia emocional del futbolista en forma de atención, comunicación y de cómo se comportan en escenarios de estrés y exigencia en función del desarrollo de la competición.
Por último y teniendo en cuenta que este proceso de reconocimiento nos convierte en observadores, nos invita a no interrumpir el juego y a no intervenir de forma que su libertad pueda ser coaccionadaAHHH!!! Y lo más importante…el MAESTRO FUTBOL (término acuñado por Javier Vidales) nos demuestra, que superada esta primera parte del proceso metodológico y aun cuando estemos inmersos en procesos de modificación de conductas, el juego el MAESTRO FUTBOL, siempre nos guarda sorpresas, siempre nos permitirá reconocer nuevas capacidades y nuevo conocimiento, por eso este juego es tan maravilloso.
Reconocer el talento y capacidades de acción e interacción del futbolistas es por tanto el primer paso, de obligado cumplimiento de un entrenador, si lo que se quiere es construir aprendizaje desde el cerebro del que aprende y no desde el cerebro del que entrena. A quienes quieran profundizar sobre esta teoría del aprendizaje futbolístico les invito a leer los artículos y libros de Horst Wein y a indagar sobre la metodología de entrenamiento desarrollada por Javier Vidales, auténtico maestro de este arte de enseñar desde el cerebro del que aprende y sobre todo de descubrir , despertar y desarrollar las capacidades y el talento de los jóvenes futbolistas, con la ventaja de que comparte información de gran calidad a través de sus redes sociales y a coste cero.