Athletic: identidad y estilo

ATHLETIC IDENTIDAD Y ESTILO

Cohabitan dos conceptos en este futbol moderno, que parecen tener un significado común, pero que distan mucho de parecerse, identidad y estilo.

La identidad del Athletic, viene determinada por su filosofía, que nos hace únicos en el mundo y que construye valores sólidos en torno a un club que ha calado en la sociedad hasta integrarse como parte del día a día de la vida de las gentes, valores como el sentido de pertenencia, el respeto por el rival, el coraje, el espíritu de superación, la casta que siempre nos han hecho sentir capaces y convencidos de ganar a cualquiera y en cualquier escenario, y la importancia de las gentes, del público en el rendimiento del equipo y la del propio equipo en el desarrollo de las vidas de las gentes, definen los rasgos que construyen la identidad de un club centenario.

El Athletic, ha sido capaz de mantener esa identidad a lo largo del tiempo representando en el verde estilos de juego diversos, que coincidentes en rasgos comunes, fortaleza, casta, raza y ritmo de juego, difieren en sus formas en función de quienes lo juegan y por su puesto de quienes los dirigen…equipos míticos en la historia del Athletic, representan una coincidencia identitaria pero difieren en sus procedimientos de juego, nada que ver el Athletic de los 80 campeón con Javier Clemente, el de Koldo Aguirre finalista de UEFA, el anterior y exitoso de los Iribar o Fidel Uriarte, el de Jupp Heynckes o el de Marcelo Bielsa. Todos ellos equipos que han pasado a la historia del club, que han identificado a la sociedad con el equipo, pero que en el análisis del juego representan propuestas absolutamente diversas, algunas de ellas incluso muy distantes entre sí.

En la actualidad, se han mezclado ambos conceptos, coincidiendo con los procesos electorales y con las redes sociales como brazo armado para generar adoctrinamiento…aparecen los “grandes transformadores” de Lezama, en posesión de un estilo “mágico”, como no “testado” para transformar, reformular y reconstruir el “relato” del Athletic, vencedores y vencidos tratan por todos los medios de iluminarnos con la necesidad de reimplantar lo que para ellos es la verdad absoluta, el “ESTILO”.

Hagámonos una serie de preguntas para adentrarnos en lo futbolístico,  ¿Existe un estilo, modelo o procedimiento de juego concreto que garantice el éxito y que recurrentemente se esté jugando en el futbol de élite? ¿Existen modelos fuera de Lezama aplicables a través de nuestra filosofía? ¿Qué futbolista debe formar el Athletic?

Si el objetivo propuesto a principio de año pasa por volver a Europa, tomemos las competiciones europeas como modelo para evaluar los procedimientos que se utilizan en la actualidad. Hoy, el futbol de alta competición, dista mucho de estar ligado a la rigidez de un estilo, fuera el que fuese, o al encarcelamiento casi satánico de un sistema de juego, los partidos de alto nivel vienen determinados por momentos de desarrollo muy cambiantes en el devenir del juego, en los que el mismo equipo pasa de someter a ser sometido, las estructuras de ocupación de espacios varían, con infinidad de ubicaciones asimétricas en la búsqueda de la obtención de ventajas y los detalles individuales, toman una gran importancia, cualquiera que haya visto el Real Madrid vs Manchester City de esta semana, observará en el desarrollo del juego partidos absolutamente antagónicos dentro del mismo partido, intervenciones de los entrenadores que modifican el transcurso del mismo e intervenciones individuales decisivas que sólo alejadas de la rigidez y próximas a la creatividad se pueden comprender. Es evidente que todos los equipos tienen patrones generales de conducta, patrones que cada vez más nacen de las capacidades de los futbolistas y representan el modo en el que ellos respetan los principios fundamentales del juego con independencia de la idea futbolística del entrenador,  pero es innegable, que sin capacidad para adaptarse a diferentes escenarios y la aportación diferencial de los futbolistas es imposible competir en el alto nivel, hoy los equipos de élite, no tienen plan de partido, tienen planes de partido y modifican y adaptan sus conductas a lo largo de la competencia.

Otro punto importante a analizar es la repetición de modelos en Lezama provenientes de otras escuelas, Red Bull, Villarreal, o Vigo, fueron muy mencionados en la última campaña electoral, pero, ¿cómo replicar algo en Lezama que pertenece a realidades sociales distintas?, ¿cómo replicar algo cuando tu realidad competitiva se aleja de la de tus oponentes?, ¿ como pretender establecer un modelo único de juego si ante la necesidad de cubrir una vacante en el primer equipo no podemos salir al mercado y tus competidores fichan en todo el mundo sin limitaciones?…en definitiva ¿por qué establecer un modelo limitante, cuando podemos establecer procesos de formación abiertos y globales en el conocimiento? No podemos, ni debemos cerrarnos a incorporar conceptos y herramientas de trabajo que nos hagan mejores, pero es un error pretender limitar nuestro modelo, máxime cuando nuestra filosofía impide que salgamos al mercado a comprar aquello que no podemos o somos incapaces de formar, ni que decir tiene si elegimos como modelo, aquel que necesita de una dosis de talento extraordinaria e innata como el famoso juego de posición del legendario y mítico FC Barcelona de Guardiola, ¿vamos a ser capaces de formar Messis, Iniestas o Xavis de forma recurrente cuando su talento es innato?…

Este paradigma, nos obliga a reflexionar sobre determinaos tópicos instalados como ciertos en el mundo del futbol. Hoy parece que no se puede hablar de futbolistas sin hablar de perfiles, cuando en realidad no hay dos seres humanos iguales y lo importante para el Athletic no pasa por seleccionar “perfiles”, sino por seleccionar talento…ya veremos cómo se desarrolla posteriormente, pero renunciar al talento por no identificarlo en un perfil, roza la incompetencia. Otro tópico instalado pasa por la elección de los formadores, el Athletic necesita los mejores, se escucha (yo lo digo también) pero ¿qué son los mejores? ¿Entrenadores de gran conocimiento futbolístico? ¿Entrenadores de casta? ¿entrenadores vizcaínos?…con independencia de la procedencia en Athletic necesita personas capaces de construir escenarios de oportunidad para que los chicos desarrollen su talento, un talento que debe desarrollarse en función de las capacidades de intervención del niño, al que el futbol de hoy (y el de siempre) obliga a reconocerse en el juego, a reconocerse en el sistema de relaciones que supone la convivencia con sus compañeros y a reconocer el escenario que afronta en función de la participación del oponente, en un futbol que se aleja de las cárceles que supone limitar los espacios de actuación de los chavales que los obliga a jugar a… y no a jugar de… y que les va a requerir una fortaleza física bestial dentro de sus posibilidades fisiológicas y una técnica excelsa si quieren competir en la elite, pero en el que por encima de todo van a necesitar de un desarrollo emocional que les permita convivir en un mundo tan exigente como el futbol profesional;  ¿Por qué no buscar un niño al que se le aproxime un conocimiento y una comprensión global del juego, que lo haga más versátil y más capaz de adaptarse a diferentes escenarios y en compañía de diferentes compañeros de viaje? Los formadores, son pues meros facilitadores de escenarios de oportunidad de mejora para los chicos (casi nada) y los hemos convertido en el centro de la escena formativa, ocupando un lugar que no les corresponde, muchas veces propiciado por los egos del propio entrenador. Otro tópico instalado y repetido es la necesidad de madurar el talento para dar un salto con garantías…quizá este sea el más ofensivo de todos los que se leen y oyen repetidamente, en el fondo lo que nos falta es valentía y visión a futuro, la mira corta y la falta de valor, nos hacen convencernos de una falsedad que comprobamos con una mirada rápida a nuestro alrededor y a nuestra historia, estamos hartos de ver niños jugando en el alto nivel con 18 19 20 años en todo el mundo en las más altas competencias, hoy achacamos entre otras cosas el descenso del filial a la falta de experiencia y a la exigencia de la categoría , donde por cierto el resto de filiales compiten por ascender o por optar a ello…¿No será que no les hemos propiciado un escenario de formación y competición adecuado a lo que ellos son y no a lo que se quiere o se pretende que sean?  …el Athletic de los 80 o la figura de Julen Guerrero, Juanjo Valencia, Gurpegui o Aduriz no hubiera sido posible en el Athletic de Jupp bajo estos parámetros… pero hoy el primer equipo construye rompecabezas reinventando futbolistas antes de construir una oportunidad dentro de una cadena lógica de sucesión.

El Athletic tras 125 años de historia, debiera reflexionar muy mucho sobre la necesidad de adherirse a determinadas modas futbolísticas que pueden ensombrecer el futuro, implementar aquello que nos pueda hacer mejores es irrechazable, pero someterse al yugo de implementar un estilo determinado bajo la premisa de crear identidad, no solo es peligroso si no falso…el Athletic es historia por sus triunfos, pero sobre todo por sus triunfos identitarios, no nos olvidemos de ir alternando la mirada hacia adelante para crecer y hacia atrás para no olvidarnos de lo que nos ha traído hasta aquí. AUPA ATHLETIC!!!