Athletic Club, otra final jugada

Foto: Athletic Club

Hay un dicho en el fútbol que se repite temporada tras temporada: Las finales están para ganarlas. También suele repetirse la idea de que “del segundo no se acuerda nadie”. Realmente son dos sentencias que pongo tienen para discutirse pues son una realidad. Pero en el caso del Athletic Club  las cosas se ven desde otro prisma. Si bien en las webs deportivas como en mejorcasadeapuestas.com  el conjunto vasco no partía como favorito, siempre es un equipo muy difícil de batir.

Llegar a as finales puede ser una tarea recurrente y normal en los equipos grandes. De hecho un equipo grande se gestiona y forma para llegar a las finales y es una obligación primordial cada año. Por ejemplo, tanto Real Madrid como el FC Barcelona son equipos que llegar  la final no es el objetivo sino una obligación.

El Athletic Club de Bilbao ha logrado llegar otra final más y nadie le ha regalado nada para disputarla ni competirla. Llegar a finales con la filosofía del Athletic Club es un hecho que solo puede recibir elogios por parte de todos, no hay equipo que haya logrado disfrutar de grandes finales como  lo ha hecho el Athletic Club.

Su capacidad competitiva y capacidad de recuperación fue vista por todo el mundo en su encuentro en contra el Atlético de Madrid. Este encuentro ha sido un fiel reflejo de lo que representa la filosofía y juego del conjunto vasco. Un equipo aguerrido, rápido y eficiente que no bajó los brazos en todo el momento. Fue capaz de doblegar  a un todopoderoso equipo colchonero que en ningún momento se le vio cómodo y sufrió la fuerza del equipo de Bilbao.

Ese es el Athletic Club que gusta ver a los amantes del fútbol y a los aficionados del conjunto bilbaíno y se presentó como un firme candidato para competir 100%  en la final.Por desgracia, el Athletic Club no jugó su mejor partido en la final de la Supercopa, aunque siempre estuvo en el partido y tuvo sus ocasiones para poder poner en aprietos a un Real Madrid que está en racha y posee a los mejores jugadores en determinadas posiciones.El equipo bilbaíno volvió a demostrar que es un equipo que se merece competir con los grandes y cada vez está más acostumbrado a competir en este tipo de finales. El orgullo y grandeza del equipo bilbaíno quedó demostrada en el terreno de juego. No se les puede pedir nada más a los jugadores ni equipo técnico.

La competitividad y la implicación del equipo son valores indiscutibles y no negociables, eso el equipo lo ha tenido en todo esta competición y los aficionados pueden estar muy orgullosos otra vez de su equipo.

Ahora tan solo queda recuperarse de la derrota, que no es fácil pues es una final, y seguir con paso firme en las competiciones que quedan, pues el equipo marcha muy  bien, con una eliminatoria frente al FC Club Barcelona que puede ser un partido extraordinario.   

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