Aimar Vicandi, un talento con gol «enjaulado en la banda»
La buena temporada del conjunto de Bittor Llopis y su cuerpo técnico en la División de Honor de Juvenil con la reciente clasificación para la Final Four de la Copa del Rey Juvenil está empezando a dar de que hablar mediaticamente en cuanto a nombres propios que hasta hace poco eran desconocidos para los que no siguen habitualmente las categorías inferiores. Una generación del 2005 que veníamos mencionando desde hace años que venía cargada de talento con los Gaizka Alboniga-Menor, Alemu Plazaola, Aingeru Olabarrieta, Peio Canales, Asier Hierro, Txus Vizcay, Aimar Vicandi y compañía. El Juvenil de Honor además suma dos proyectos de élite del 2006 como son David Arredondo y Peio Huestamendia.
Me gustaría centrarme en un jugador que llama la atención temporada a temporada por sus registros goleadores y del cual tengo incertidumbre por ver cual será su espacio de cara al futuro teniendo en cuenta el talento innato para el gol que posee. El nombre en cuestión es Aimar Vicandi.
Cifras goleadoras: Cadete B: 18 goles, Cadete A: 29 goles, la temporada pasada alejado de los terrenos de juego hasta finales de año por una lesión de menisco en su rodilla marcó 8 goles con el Juvenil A y 2 goles con el Juvenil B. Esta temporada no la arrancó en su mejor momento pero ya ha pillado carrerilla marcando 17 goles en 24 partidos con el Juvenil A. Cifras meritorias que tiene un denominador común: delantero para jugar desde la banda mayormente en la derecha estos últimos años.
Esta temporada me consta viendo algunos partidos que Bittor ha variado su 4-3-3 de inicio de temporada para plantear mayor exigencia a sus futbolistas jugando con sólo dos jugadores por dentro o con tres centrales y dos puntas. Es cierto que Aimar ha rendido mejor esta temporada desde la banda izquierda pero es más un segundo delantero para llegar y no estar en el área. Esa labor de fijar a los centrales es más específica para delanteros como Asier Hierro y Txus Vizcay.
Su velocidad y trabajo con ritmos muy altos nos hace preguntarnos porqué gasta tanta energía equilibrando al lateral cuando es un jugador de los que cuando aparece en el área marca las diferencias para definir.
El Athletic tiene como asignatura potenciar a este tipo de futbolistas que tienen el gol siempre en la cabeza. El aprendizaje significativo de Vicandi con la ayuda de sus entrenadores para hacerle comprender el juego en zonas más interiores y aparecer en el área será una buena noticia para el club de cara al futuro.
pues a ver q no acabe siendo un Ruben Azcona, al cual le deseo todo lo mejor.
El Athletic tiene como asignatura potenciar a este tipo de futbolistas que tienen el gol siempre en la cabeza.
Mirar la meroteca de otros futbolistas como el caso de Iñigo Vicente.
En su biografía y en sus categorías tanto en Lezama como en el Danok Bat, cuando el entonces director deportivo de Lezama no contó con el.
Este txabal, ahora en otro equipo, ante la falta de oportunidades (y como el dijo, 2/3 partidos para demostrar), decidió el año pasado desvincularse del Athletic.
Mucho que pensar.
Consideráis que el talento de nombre Aimar Vicabdi, es la figura del futuro?. Puede pasarle lo mismo que a muchos, falta de oportunidades para demostrar el talento, como ha sucedido con Iñigo Vicente, a quien denominan el MAGO, y que muchos técnicos deportistas de Lezama, les gustaría mantenerlo en el primer equipo para demostrar su pasado, presente (4 goles y 3 asistencias), y futuro; igual a corto plazo se le ficha.
Animo Iñigo, que tú tienes fútbol en tu mente y piernas (bueno, en la diestra y como lo demostrarles en tu último gol, con el exterior).
Ojalá les vaya bien tanto a Vicandi como al resto del juvenil y lleguen por lo menos a ser profesionales de esto, a llegar a hacer pretemporadas con el primer equipo y estar en la primera plantilla, aunque luego no cuenten para los diferentes entrenadores que hubiera con sus diferentes maneras de ver el fútbol.
Que sean humildes y trabajadores, que cuenten con un entorno adecuado y no pretendan vivir de los goles que le metieron al Iturrigorri o de tirar un cañito cada partido.