CARTA A HNT

La inmensa mayoría de la afición de nuestro Athletic acudimos al estadio bajo esas premisas, otro, minoritario por cierto, sector acude al estadio a llamar la atención amparados bajo cualquier excusa para lograr sus fines sin importarles lo verdaderamente destacable: el fútbol.

Les da igual pitar a uno de los nuestros, lucir colores ajenos al evento a disfrutar, todo vale con tal de dar la nota.

Dicen sentir amor por los colores, mentira.

Dicen entender de fútbol, mentira.

Dicen ser poseedores de la verdad absoluta, mentira.

Dicen que representan a un club, mentira.

Si de verdad quieren seguir presumiendo de haber dicho, de haber sido, de decir y de ser, comportense con la mesura, saber estar y sabiduría que esta, la afición del Athletic ha paseado por cientos de estadios y ciudades en su historia.

Animen a su equipo, que se supone que es el mismo que el nuestro.

Si desean ondear banderas, que sean las de nuestro club.

Acudan al campo con la mente puesta en ese pequeño objeto esférico que rueda tras ser pateado con maestría por uno de los nuestros. Si señores, el balón.

Si se parasen un segundo a observarlo quizás aprenderían a amar este deporte.

Prueben a ver que se siente, igual se llevan una grata impresión y acaban con el mismo pensamiento que el resto del estadio:

«Que bonito es el fútbol y como se disfruta siendo del Athletic».

Pruebenlo, les aseguro que les gustara.