LA EDUCACIÓN NO SE COMPRA

Ayer quedo bien claro que se puede uno creer guapo, rico, buen futbolista, pero que si a eso no le agregas una pizca de saber estar, caballerosidad y deportividad sobre todo, que se trata de un deporte, los goles y los regates valen mucho menos.

Como Quijote que se defiende contra molinos de viento supuestamente convertidos en gigantes. Así salen algunos futbolistas al campo, dispuestos a menospreciar a los contrarios para tapar los errores propios. Panenka hubo uno solo y si imitas tienes el riesgo de fallar.

Cuando en cada campo te ocurre lo mismo uno debería pensar que igual el problema de ver gigantes donde solo hay molinos puede estar en tu cabeza.

Celebra y anima a los tuyos sin menospreciar al rival.

La educación no se compra, se recibe.

Jugar a fútbol no es provocar, jugar a fútbol no es creerse superior al contrario, jugar a fútbol no es alardear de dinero, hermosura o habilidades.

Al contrario jugar a fútbol es esfuerzo, respeto al rival, derroche de casta, admitir el fallo y luchar para mejorarlo y que no se repita.

Formación, valores y colores. Eso nos enseñaron y son nuestras reglas. Ojalá todos pensasen igual.