POR EL ATHLETIC QUE TODOS QUEREMOS

7 Mayo

Pablo Castro

Tengo 27 años y llevo menos tiempo aun yendo a San Mamés, es por eso que mi opinión sobre lo que la afición del Athletic debería mejorar puede interpretarse como improvisada y sin argumentos. No obstante me atrevo a darla esperando que nadie se sienta ofendido por ello.

En descargo de todo lo que expondré a continuación, tengo que decir que este fin de semana pasado en Vigo hice mi desplazamiento número 46 con el Athletic, habiendo visitado un total de 22 campos, y tengo que decir que ninguna afición ni de lejos se aproxima a la del Athletic. Porque nosotros hemos dejado atrás lo de no ir al campo porque el horario es malo, porque llueve o porque el partido tiene poca relevancia.

No obstante, cierto es que debemos ser críticos y reconocer que hay mucho que mejorar dentro de la masa social del Athletic. Resulta muy difícil criticar a una afición tan maravillosa y que siempre acude en ayuda de su equipo, pero llegado este momento, resulta necesario.

Quizás haya que entrar en la base de qué es realmente el Athletic, algo que aunque parezca una obviedad, no es compartido en su raíz por muchos de sus aficionados. No seré yo quien siente cátedra en este sentido. Yo solo digo que en mis 27 años de vida no he visto a ningún capitán del Athletic levantar una copa, de forma que mi análisis y opinión sobre lo que el Athletic supone deja fuera como primer objetivo de éste nuestro club el de ganar títulos a toda costa y en el corto plazo. Personalmente soy de esos que prefiere un Athletic sexto siendo fiel a su estilo que un Athletic quinto pero con continuas quejas arbitrales, artimañas para manejar partidos cuando se va ganando, o fichajes de jugadores que lo único que tienen que les permita defender la camiseta del Athletic es el apellido de su aita.

Con esto lo que quiero decir es lo siguiente y lo ilustro a través de un ejemplo. Todos criticamos o al menos yo lo hago cuando Madrid o el Barsa caen eliminados de su gran objetivo y a la salida del campo los aficionados son entrevistados y todos responden que si hay que echar a éste, fichar al otro, etc. Señores, eso en el Athletic no tiene sentido, porque la experiencia nos ha demostrado que en el Athletic tres fichajes no tienen necesariamente que hacer que ganemos nada, y al revés, muchas veces traer a gente que no siente el Athletic por muy vasco que sea acaba con crisis internas como casos recientes.

Por eso, el Athletic, como club diferente, tiene que pensar desde otra perspectiva. Tenemos el privilegio de cada cuatro años elegir presidente. Cada cuatro años es el momento de los socios, el día más importante del club, y lo cierto es que una gran mayoría de socios no se lo toma en serio y o bien no acude a votar porque se encuentra de vacaciones en Castro, o bien lo hace sin ser consciente de lo que esto supone en el Athletic, donde tenemos la suerte y la oportunidad de que no sea un jeque el que gestione el equipo. En el Athletic han salido presidentes por prometer fichajes de jugadores que años después salieron escaldados del Athletic, mientras presidentes que ofrecían gestión deportiva con gente válida y contrastada obtenían menos votos que papeletas en blanco.

Pero esa misma gente que vota un presidente por sus fichajes o su entrenador, son los primeros que a la jornada diez cuando las cosas no van como esperaban piden sus cabezas sin recordar que está siendo un irresponsable en frente de una Institución y unos socios que aman a este club por encima de todo. Porque además resulta muy sencillo cargarse jugadores y entrenadores y proponer otros nuevos sin saber nada más que tienen apellidos vascos. Cuántos de los que piden a Saborit por Aurtenetxe han visto algún partido del Bilbao Athletic? Porque dentro de nuestro obligatorio ejercicio de responsabilidad está antes de criticar y opinar sin conocimiento, coger el coche o el tren y hacer 15 km para con el mismo carnet con el que entramos a San Mamés ver a Saborit o a Ziganda para luego proponerlo como nuevo entrenador el Athletic. Porque vivimos en un entorno en el que creemos como dogma de fe lo que algunos medios de comunicación concretos dicen, y eso nos da el derecho a opinar y criticar, eso sí, sólo cuando las cosas van mal.

Estoy seguro que mucha de la gente que va a San Mamés ni siquiera a la salida del cine pone el teletexto para ver lo que su equipo ha hecho en Coruña. Espera a que de camino al trabajo se lo digan en Radio Nervión, y si de paso les cuentan que también ha ganado el Bilbao Athletic se arman con un argumento más para criticar cuando las cosas van mal. Si bien esa gente es minoría, son los que luego más ruido y más murmullo causan cuando las cosas no van bien.

Lo que la gente tiene que entender es que el Athletic es un equipo diferente, y que el hecho de que las cosas en lo deportivo no vayan bien no significa que las cosas se estén haciendo mal, y en el caso en el que fundadamente así se crea, la solución es proponer alternativas para que el Athletic sea cada día más grande, y con unas bases sólidas y una afición unida, podamos por qué no en unos años pelear por producir cosas importantes, sin salirnos de ese modelo del que debemos de estar orgullosos cuando las cosas van bien y también cuando van mal, porque al fin y al cabo es Athletic es un pueblo formado por todos nosotros, una familia unida que va más allá de perder o ganar partidos. Porque a todos nos gusta ganar, pero en el Athletic y en la vida, uno puede sentirse más orgulloso si las cosas se hacen bien, y si encima de eso se consigue ganar, la sensación tiene que ser indescriptible (os suena algo que pasó el 8 de Marzo pasado?).

Porque obviamente que te guste más un jugador que otro o prefieras al entrenador que estaba antes que al de ahora es algo opinable y que siempre nos va a diferenciar dentro de la afición. Tampoco es necesario tragar con todo, pero señores, ejerzamos nuestro derecho cada cuatro años, y después asumamos nuestro sentido de responsabilidad. Con eso, seguiremos siendo ese Club admirado y unido que siempre hemos sido.

Aupa Athletic!